Siempre fui consciente del poder que tiene una mirada, pero desde mi arrogancia, desconocía el poder -aun mayor- que tiene la indiferencia. Y de golpe, me encuentro en un contexto en el que el simple hecho de ser mujer, me aleja de cualquier tipo de contacto visual. Y mis ojos claros, que en algún momento -quizás- fueron mi mejor herramienta, hoy son invisibles. Y eso me molesta.
Me indigna que el hombre que tengo en frente, me pida el pasaporte sin sostener la mirada, al menos para certificar que la foto coincida con mi rostro. Me da bronca. Lo miro con soberbia, porque así actuamos las mujeres occidentales, cuando nos disminuyen.
De golpe, todas las ideas feministas que vivo oyendo en mi país se reducen a una túnica negra, que sólo deja ver sus ojos.
Mujeres flacas, esbeltas, gordas, flácidas, atractivas, bonitas y no tanto.
Todos sus rasgos exóticos piden a gritos salir al mundo, y ser vistos, con altanería y respeto. Eso, principalmente eso, respeto.
Y horas más tarde ya no me siento indignada, porque aunque no lo comparta, puedo comprenderlo.
Y aunque me gustaría poder enseñarles cómo se vive la femeneidad en otros lugares -y otra vez la arrogancia, como si estuviese a punto de importar algo superior- trato de empatizar con ellas que me miran por ser diferente.
Elijo camuflarme, porque a fin de cuentas, viajamos para comprender la subjetividad del otro.
Me cubro el cuerpo, me recojo el pelo, me quito el delineador. A pesar del calor y lo que siempre me atrajo usar shorts, quiero ser parte de ellas.
Quiero cruzar miradas que destruyan las diferencias ideológicas.
Quiero que sus maridos islámicos, amantes de la poligamia, no miren un culo occidental con poca ropa, mientras caminan por la calle con esa mujer preciosa, a quien nunca le permitieron valerse por sus propias decisiones.
Quiero respirar este aire de mujeres cubiertas, para regresar más tolerante.
Descubro que esta desconcertante visita a EA, tuvo el mismísimo fin de darle una bofetada a mis prejuicios, y a mi necia concepción sobre el estereotipo de la mujer.